Genalguacil – Pasarelas del Genal

Volvemos de ruta por el Bajo Genal partiendo de uno de los pueblos más bonitos de España, conocido también como “el pueblo museo”, por estar engalanado con múltiples murales, pinturas y esculturas a lo largo de sus pequeñas, estrechas y coquetas calles serranas, fruto de una peculiar estructura urbana adaptada al empinado terreno sobre el que se asienta, distinguiéndose como una pincelada blanca sobre el horizonte verde de castaños, encinas y alcornoques.

Es una ruta circular de aproximadamente 13,7 kms. Nos proponemos bajar al Río Genal por una fracción del sendero de Matagallar, para introducirnos posteriormente en la cuenca del río Genal y, tras superar varios tramos de pasarelas, llegar hasta el Prado de la Escribana para regresar a Genalguacil.

Es sábado 23 de marzo de 2.024. Tenemos fuerte viento racheado de levante, y una temperatura de 19ºC, con humedad media relativa del 48%, y cielo mayormente nublado por efecto de la calima que nos lleva azotando desde el pasado miércoles.

Somos un grupo de 23 senderistas de Grume, y nos encontramos en las afueras del pueblo, próximo a la Fuente de Los Burros, a 538 metros sobre el nivel del mar, donde el coordinador del grupo nos da su habitual bienvenida, seguida de una breve explicación de la ruta y sus tradicionales consejos.

A las 09:45 horas iniciamos la marcha siguiendo un corto trecho por la calle Lomilla, para salir del pueblo cruzando la Avda. de Estepona, y adentrarnos en el sendero de Matagallar, que pasa por encima de la Fuente La Huerta, dirigiendo nuestros pasos hacia la zona de Las Saucillas.

Al cabo de unos dos kilómetros llegamos a un cruce de caminos, a 763 msnm. Ya hemos subido 225 metros, que, al sentir de algunos compañeros, han sido un poco duros al enfrentarse a ellos nada más comenzar.  Un poste nos informa que estamos en el Sendero de Matagallar, SL-A 194.

Dejamos a nuestra derecha el desvío que conduce a Jubrique, del que ya tenemos las primeras vistas, y nos dirigimos en sentido opuesto por la Loma de Banajarón y el Cordel de Umbría al Río Genal hacia un pequeño mirador, ubicado en el kilómetro 3,6, a 619 msnm.

Este mirador es un pequeño rectángulo muy bien acondicionado, con bancos alrededor y presidido por una cruz de hierro en el centro, donde aprovechamos para reagruparnos y “desayunar”, disfrutando de una bonita panorámica del pueblo de Genalguacil. 

Quince minutos más tarde reiniciamos la marcha y caminamos por la Vereda Camino de Jubrique. Pasamos por los parajes de la Fuente del Perro y La Pedrera, y a las 12:26 horas llegamos al cruce con la carretera MA-8304. Estamos en el kilómetro 6,5, hemos bajado hasta los 325 metros sobre el nivel del mar, y nos encontramos a poco más de 500 metros del cauce del río Genal.

A lo largo de todo este recorrido, con fuertes desniveles tanto en subida como en bajada, caminamos casi siempre entre densos bosques de encinas, alcornoques y pinos, entre los que se dejan ver algunos madroños y otras especies arbóreas de menor importancia. También nos encontramos con grandes extensiones de terreno parceladas, mayoritariamente de castaños, y en menor medida de otros cultivos, tales como almendros, cerezos, y olivos, entre otros.

Otro de los encantos de esta parte de la ruta, son las hermosas panorámicas que nos ofrece del valle y los pueblos blancos que “cuelgan” de su vertiente Sudeste. Aparte de Jubrique, ya mencionado, tenemos Algatocin, Benadalid, Benarrabá, Benalauría y Gaucín. y las sierras que los acogen, con sus emblemáticos picos El Hacho, El Poyatos y El Peñón de Benadalid.

Por fin llegamos al río, donde el fuerte viento nos da un pequeño respiro, y habida cuenta de la pertinaz sequía que no acaba de abandonarnos,

nos quedamos gratamente sorprendidos al ver el generoso caudal de agua que llevaba, mucho más de lo esperado, seguramente fruto de los recientes episodios de abundantes lluvias,

Ahora nos proponemos recorrer un corto tramo fluvial del Valle del Genal, conocido como el Sendero de las Pasarelas del Genal (GR 249, Gran Senda de Málaga concretamente de la etapa 27, que conecta las localidades de Banalauría y Genalguacil).

Se trata de una garganta muy cerrada, en forma de uve, y casi completamente poblada por bosques de chopos, alcornoques y pinos, majuelos y madroños.

Una espléndida cubierta vegetal rodea al camino tanto cuando deambula por las laderas como cuando se acerca al cauce, dando a gran parte del recorrido un carácter casi selvático, con desniveles muy poco importantes, lo cual es mucho agradecer después de los exigentes desniveles que hemos tenido hasta llegar aquí.

Siempre se transita por la margen izquierda del río, caminando hacia el Sur hasta la mitad, al llegar a las primeras pasarelas, y hacia el Sudeste después. En cuanto a los viales utilizados, hay un tramo de pista de tierra, pero por lo general se camina por sendas. Como tales se deben entender también los largos trechos en los que se ha optado por habilitar antiguas acequias en desuso para avanzar. Uno de estos lugares ha sido dotado de un cable de seguridad.

Un elemento muy especial de este camino, y precisamente por el que recibe su nombre, son los tres tramos de pasarelas ancladas a la roca que salvan los pasajes más abruptos del valle.

La primera de ellas, a la que accedemos nada más llegar al río, se encuentra en el kilómetro 7,1 (215 msnm) conocida como de “La Vega de la Estacá”, y que da acceso a la explanada conocida como La Vega de Los Cuarterones.

En el kilómetro 8,2, a 207 msnm, tenemos la segunda pasarela, de nombre “Pasarela de Los Tejarejos”. La cruzamos, y tras caminar unos cientos de metros por una estrecha vereda, llegamos a un claro donde se encuentra la casa rural “El Manantial”.

A continuación, pasamos por una zona con pocos árboles, pero con abundante vegetación propia del bosque de ribera mediterráneo, que en un punto concreto se cierra asemejando un túnel, antes de llegar a la tercera y última pasarela, llamada “De Los Limones”. Kilómetro 9,1, 206 msnm.

Es la más larga de las tres. Cuenta con un tramo de escalera de madera para conectar con el sendero, y es también la que ofrece mejores vistas abiertas al entorno donde su ubica.

Atravesamos dicha pasarela y una densa chopera, y seguidamente, por un tramo más despejado, avanzamos rectos unos metros entre cañas y tarajes por la misma ribera del Genal, hasta alcanzar pronto el Prado de La Escribana, dejando a nuestra izquierda el cruce que más tarde habría de llevarnos de regreso a Genalguacil.

El Prado de la Escribana pertenece al municipio de Benarrabá. Es una zona recreativa junto al cauce del río, en la cota más baja del recorrido, que, aunque no está muy bien cuidada ni acondicionada, nos sirve para reagruparnos, comer y descansar un poco antes de reemprender el camino de vuelta. Algunos más atrevidos hasta aprovechan para refrescarse los pies mientras comen.

Unos 40 minutos más tarde nos dirigimos hacia el cruce que antes habíamos dejado atrás, e iniciamos un largo y exigente ascenso de casi 3,5 kilómetros para llegar al pueblo, siguiendo el sendero SL-A 157 (Genalguacil-Prado de La Escribana) y GR 249.6 (Gran Senda de Málaga).

Subimos por el paraje del Cordel de Umbría al Río Genal. Al poco tiempo llegamos a unas escaleras de madera, cruzamos una pista y seguimos recto de frente por el sendero balizado hacia la Cuesta de Las Viñas. Giramos a la izquierda y seguimos subiendo por dicha cuesta.

Siempre en ascenso, entre cruces y continuos desvíos derecha-izquierda-derecha por estrechas y sinuosas veredas, rodeadas de abundante vegetación, compuesta fundamentalmente por castaños, encinas, alcornoques, madroños y zumaques entre otros, pasamos junto a una vieja fuente y su pileta vacía y así seguimos hasta llegar a Genalguacil.

Al transitar por algunos claros, se dejan ver magníficas panorámicas del Valle del Genal, Sierra Bermeja, Pico Los Reales, Sierra Crestellina, Benarrabá y finalmente Genalguacil.

Casi una hora y media nos lleva cubrir este último trecho de la ruta, y si esta mañana al comenzar a caminar, a algunos compañeros les pareció dura la subida, ahora después de almorzar parece que aún lo llevan peor, pese a las notorias diferencias entre ambas.

A la entrada del pueblo pasamos junto la Fuente La Alberquilla, y continuamos por la calle Real hasta la Plaza de la Constitución, terminando la ruta en el Restaurante El Refugio, sobre las 15:50 horas, dado que al llegar a Genalguacil todo el mundo se dispersa en varios grupos, y cada cual se toma su propio tiempo e itinerario para disfrutar de este pueblo tan peculiar, visitando y fotografiando cada uno de sus singulares y bellos rincones.

Características de la ruta:

Circular, fácil de seguir, y de carácter moderado debido a los fuertes desniveles.

Distancia: 14,0 kilómetros en un área de 2,4 km2

Tiempos: Total: 06h 05’ / En movimiento: 04 h 18’ / Detenidos: 01 h 47’.

Velocidad media: 2,30 km/h / En movimiento: 3.26 km/h

Cotas: Mínima: 176 m / Máxima: 792 m.

Desniveles: Positivo: 881 m / Negativo: 889