14 enero 2.023. Somos 28. Hace un día espléndido, frio, pero soleado.
Iniciamos la marcha a las 9,30. Vamos por un carril en suave ascenso, lo que nos permite calentar las piernas y prepararlas para la subida que vendrá a continuación.
Abandonamos el carril e iniciamos el ascenso por un sendero bien definido y en zigzag. La subida es constante, pero a un buen ritmo y con una marcha continua, sin apenas paradas, se hace llevadera.
A las 10,50 horas hemos alcanzado los 1.165 metros de altura. Hemos iniciado la marcha a 890 metros de altura, luego hemos ascendido 275 metros. Hacemos una breve parada para comer algo ligero.
La vista es muy bonita, aunque hay nubes bajas que nos impedirán tener vistas claras durante toda la jornada.
Sobre las 11,30 llegamos al Salto del Lobo, paso aéreo complicado en el pasado, pero que gracias a la labor de los bomberos de Marbella que han colocado unas cadenas en los sitios más comprometidos, actualmente se pasa sin problemas.
Tras una subida “durilla” vamos cresteando hasta llegar a un segundo paso aéreo, nuevamente la labor de los bomberos nos evita pasar un mal rato.
Las vistas del pantano son espectaculares, aunque parcialmente cubierto por nubes bajas, dan ganas de pararse y quedarse un buen rato disfrutando. Pero hay que seguir.
Llegamos al mirador de la Concha, bastante concurrido de senderistas. A continuación, nos dirigimos a la Concha, y al Lastonar. En algunos puntos hay niebla, pero no compromete la visibilidad de la marcha, solo las vistas.
A las 13,30 paramos a comer. No nos entretenemos mucho, todavía hay ruta por delante.
Después de comer tendremos que volver a pasar los dos pasos aéreos. Al ser ahora en bajada, la dificultad se incrementa, pro despacio y con mucha precaución, pasamos sin problemas.
Ahora toca acometer la última cima, La Cruz del Juanar.
Algunos compañeros deciden que ya han tenido bastante desnivel y deciden quedarse abajo, otros deciden subir. La subida es exigente, y todos vamos preguntándonos cómo va a ser la bajada.
Nos hacemos las pertinentes fotos con la Cruz de fondo y bajamos a reunirnos con el resto del grupo. La bajada no ha sido tan complicada como a priori parecía.
Dado el estado de las rodillas de algunos compañeros, decidimos volver por el camino más suave, y en agradable conversación, casi sin darnos cuenta, llegamos a los coches a las 17,15 horas.
Hemos hecho 15 kilómetros, un desnivel de 850 metros.
Preciosa ruta. A pasar de ser muchos en el grupo, todo ha ido como la seda. Creo poder afirmar que todos y cada uno de nosotros ha disfrutado mucho. Da gusto
Tras tomar café en Ojén, damos por concluida la magnifica formada.