Con nuevos integrantes en el club y unas cuantas visitas entrañables, iniciamos nuestro recorrido entre Grazalema y Zahara de la sierra a unos 5km de dicho pueblo, en este hermoso parque natural, dejamos aparcado los coches a un lado de la cancela por donde iniciaremos la ruta tras previo permiso de la A.M.A. ya todos preparados iniciamos nuestro andar por un carril de fácil acceso pues gran parte de la ruta discurre por esta pista forestal de dificultad baja de aproximadamente 10 km. Pudiendo disfrutar del entorno como si de un paseo se tratara fuimos andando entre charlas magistrales, chistes malos, muchas risas y uno que otro cantico mal afinado. Teniendo a nuestra derecha una gran brecha por la que se encaja el arroyo del Pinar que se transforma en la espectacular Garganta Verde.
Tras superar algunas curvas nos topamos con el Montón o cerro de los Ballesteros (1.042 m) y un poco más adelante nos encontraremos una antigua calera relativamente bien conservada, construcción muy abundante por esta zona; Desde este punto, se comenzará a ver la cara norte de la Sierra del Pinar, con su pico del Torreón (1648 m) en el centro como protagonista. Así llegamos a la Fuente de Frías o pilar del Rabel, este hermoso sitio plagado de bellas historias y leyendas románticas de la época musulmana dando un plus de fantasía al recorrido.
Tras disfrutar de las vistas de la falda de la Sierra del Pinar teniendo como joya El Pinsapar de Grazalema. Sacando innumerables fotillos de grupo y del entorno continuamos por un desvió pudiendo observar a distancia a “El Santo” monumento al Sagrado Corazón de Jesús en la Sierra del Endrinal; Un poco más adelante en el puerto de los Pinsapos bajamos con sumo cuidado por una veredita que nos fue llevando a un sitio totalmente frondoso, verde, húmedo y salvaje ,donde los amantes de las setas pudieron observar y fotografiar las diversas variedades que se nos ofrecían a la vista, disfrutando de dicho descenso llegamos a las ruinas de un cortijo donde desfundamos nuestros bollos y otras delicatesen para disfrutarlo entre amigos en un escenario único.
Al cabo de un rato nos pusimos en marcha ya de regreso por este prado que se conecta a la pista por la cual llegamos así caminando sobre nuestros pasos andados llegamos a los coches, ya todos a bordo hicimos la respectiva paradita en la venta el Navasillo para el merecido café planeando como siempre la siguiente ruta.