Hoy, sábado 9 de Abril del año 2.022, nos encontramos en el recientemente declarado Parque Nacional Sierra de las Nieves. Es un espacio natural protegido de 22.979,76 hectáreas, que anteriormente pasó a formar parte de la Reserva de la Biosfera Sierra de las Nieves y de la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, constituida por la Sierra de las Nieves junto con otros espacios protegidos de España y Marruecos.
Se localiza en el extremo suroeste de la Cordillera Bética, enmarcándose en la porción más elevada de la Serranía de Ronda constituyendo uno de las montañas más elevadas de Andalucía occidental.
Bien, hecha esta pequeñísima introducción para mayor conocimiento de la zona por la que hoy vamos a transitar, pasemos a describir resumidamente la ruta que tenemos por delante.
Se trata de una ruta circular para subir al Cerro de la Alcazaba, rozando los 1.700 metros de altitud, siendo la cota más elevada en los aledaños del Puerto de Los Pilones a 1.750 metros, con un desnivel positivo de 754 metros y negativo de 759 metros.
El punto de encuentro e inicio de la excursión es en el Área Recreativa Los Quejigales, donde a nuestra llegada había una temperatura algo fresca de 8ºC, que según el pronóstico del tiempo iría subiendo ligeramente hasta alcanzar los 17ºC a lo largo del día. Cabe destacar que cuando salimos de Estepona alrededor de las 08:00 horas teníamos 15ºC, con un cielo totalmente despejado y sin viento, lo cual todo hacía presagiar un buen día de senderismo.
Sin embargo, por un hecho insólito e inesperado tuvimos que retrasar la salida unos 45 minutos, pues uno de los coches con tres ocupantes había sido erróneamente dirigido por el GPS hacia la localidad de Tolox. Tras varios intentos infructuosos de contactar con ellos, por falta de cobertura, y otro intento fallido por parte de nuestro presidente que salió en coche en su búsqueda, finalmente decidimos mandarles un mensaje por WhatsApp e iniciar la marcha a las 10:10 horas. Afortunadamente, al cabo de una hora más tarde ya pudimos establecer contacto y quedamos divididos en dos grupos, nosotros 25 continuaríamos la ruta prevista que ya habíamos comenzado, y ellos tres caminarían libremente por su cuenta por los alrededores de Los Quejigales hasta reencontrarnos de vuelta al final de la jornada.
Empezamos con un suave y cómodo ascenso hacia el Puerto de los Quejigales, pero poco antes de llegar a la Cañada de En medio, que teníamos que cruzar en dirección al Mirador Coloraillos, nos encontramos con un terreno muy embarrado y resbaladizo dificultando el avance. Al cabo de unos 2,8 kms, sobre las 10:50 horas, llegamos a dicho mirador, donde aprovechamos para reagruparnos y disfrutar de las magníficas vistas que nos ofrecía su estratégica situación entre dos cañadas, la de Enmedio y la de Las Ánimas, hacia la cual teníamos que dirigirnos a continuación..
La Cañada de las Ánimas es todo un espectáculo de naturaleza, que por su singular belleza no deja indiferente a nadie, pues se trata de uno de los pinsapares más longevos y mejor conservados del mundo, formando una densa masa arbórea donde apenas pasa la luz, dadas sus especiales características de orientación norte, humedad, sustrato calizo y altitud. Alberga un viejo bosque de pinsapos de todo tipo en el que se pueden contemplar desde los retoños más pequeños a impresionantes pinsapos de gran porte. Parecer ser que toma su nombre por la abundante presencia de troncos y ramas de árboles muertos, que entre cientos de ejemplares más vigorosos, le dan un aspecto un poco fantasmagórico en los días de niebla y atardeceres.
Debido a la fuerte subida impuesta por el alto desnivel de la cañada, y a las continuas paradas para disfrutar y fotografiar sus bellos rincones, entre los cuales aún quedaban pequeños charcos de nieve procedentes de la última nevada del martes anterior, el grupo se fue diseminando poco a poco, por lo que antes de salir a campo abierto, sobre las 11:50 horas, hicimos una breve parada para volver a reagruparnos y de paso tomar un tentempié.
En el kilómetro 5,1 nos encontramos con el Pozo de Nieve, y a renglón seguido, a las 12:25 horas, giramos a la derecha por el sendero principal que une los puntos más emblemáticos de aquella parte de la sierra. Unos 500 metros más adelante tomamos el desvío a la izquierda que nos llevaría directamente a nuestro principal objetivo, el Cerro de la Alcazaba, situado en el kilómetro 7,5.
El Cerro de la Alcazaba es un peñón de paredes verticales, a cuyo pie dejamos nuestras mochilas y bastones para encarar la subida en una ligera trepada y coronar su cima situada a 1.696 metros de altitud, que no obstante no fue la cota más alta del día, tal como decíamos al principio.
Ya en la cumbre, todo nuestro esfuerzo pronto se vio recompensado por las impresionantes vistas en 360º, con permiso del siempre omnipresente Pico Torrecilla que nos vigilaba constantemente. A nuestros pies teníamos la Cañada de Los Pilones, el Pinsapar de La Hiedra, los picos Abanto y Alcojona, un poco más lejos Sierra Blanca y su famoso pico de La Concha, y en lontananza las Sierras Palmitera y Bermeja, el Valle del Genal y algunos de sus pueblos blancos, además de otras sierras y cumbres diversas que no puedo identificar por sus nombres, sin olvidar una pequeña parte de la Costa del Sol Occidental.
Eran las 13:30 horas cuando bajamos del peñón, donde nos aguardaban los dos compañeros que decidieron no hacer cumbre, comimos, descansamos y sobre las 14:15 emprendimos nuevamente la marcha desandando nuestros pasos por toda la loma hasta la meseta de Los Quejigales para llegar nuevamente al cruce con el sendero principal Quejigales-Torrecilla. Giramos hacia el Sudeste y un poco más adelante alcanzamos el punto más alto de la ruta, el Puerto de los Pilones a 1.750 metros, lugar de parada obligatoria para contemplar las espectaculares vistas que nos ofrecía del Puerto de los Valientes, el Torrecilla, la Alcazaba, y el Cerro de los Pilones con el mar Mediterráneo al fondo. Seguidamente tomamos un desvío hacia el Noroeste para cerrar el círculo y descender por la Cañada del Cuerno hasta el punto de partida.
El Pinsapar de la Cañada del Cuerno, al igual que el de la Cañada de Las Ánimas están recogidos junto a otros pinsapares de la Serranía de Ronda como arboleda singular de la provincia de Málaga dentro del inventario de árboles y arboledas singulares de Andalucía, realizado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, y junto con la Cañada de las Ánimas cuenta con algunos de los ejemplares más longevos y espectaculares del Parque Sierra de las Nieves. Conforme descendemos de la cañada por una fuerte pendiente que en algunos tramos llega a alcanzar hasta el 65% de desnivel, la vegetación de alta montaña va sustituyendo al pinsapar cubriendo el terreno con una gran variedad de plantas, tales como la sabina y la genista entre otras especies.
Al igual que pasara en la subida por Las Ánimas, poco a poco se va alargando la distancia entre los componentes del grupo caminando en fila india, y mientras algunos parecen tener prisa en llegar a los coches, otros muy al contrario se entretienen observando, disfrutando y fotografiando la exuberante naturaleza que nos rodea, provocando con ello la pérdida de contacto visual con los más rezagados, lo cual conlleva la lógica preocupación de la persona encargada de cerrar fila y los consiguientes retrasos..
Sobre las 16:00 horas atravesamos el puente de madera que cruza el Arroyo de la Cañada del Cuerno, y un poco más tarde nos volvimos a encontrar todos en el punto de partida, incluidos los tres compañeros que no pudieron llegar a tiempo por la mañana para comenzar juntos la jornada, por las razones expuestas anteriormente.
A las 16:35 abandonamos el Área Recreativa Los Quejigales e iniciamos el regreso a casa, haciendo una parada de confraternidad en la Venta El Navasillo para reforzar los lazos de amistad y compañerismo tan característicos de un club tan multinacional como lo es Grume.